Fue Pablo Alberto Aiziczon quien realizó el llamado con su teléfono celular. No se sabe aún cómo obtuvo el número de la mujer. Pero todo indica que así fue como concertó la cita con "Claudia". Ella ofrecía servicios de masajes y, dicen los investigadores, en realidad se llama Linda Vanesa Martínez.
Ese es el encuentro que habría desatado la furia de Jorge Luis Borges, según la hipótesis oficial. De esta forma, los dos imputados quedaron seriamente comprometidos por los informes telefónicos que llegaron a manos del fiscal Carlos Albaca.
El investigador tiene cada día más datos sobre cómo habría sido perpetrado el crimen del profesor de tenis.
El lunes 21 de marzo, Pablo Aiziczon salió de la casa de su madre, situada en Yerba Buena. Avisó que llegaría tarde a la clase de tenis que debía dictar en el complejo Unidad Sionista. Dos días después, su cuerpo fue encontrado en la parte trasera de su Suzuki Swift, en un pasaje paralelo a calle Saavedra Lamas al 800, en barrio Horco Molle.
Últimos contactos
Desde el principio, los investigadores supieron que la clave estaría en el celular de la víctima, que nunca fue encontrado. De todas formas, esto no les impidió constatar cuáles fueron sus últimos llamados, ya que el fiscal Albaca requirió un listado con las comunicaciones que había concretado Aiziczon antes de su muerte.
Fernando Aiziczon aportó un dato que acabó siendo clave. Poco después de la desaparición de su hermano, él obtuvo algunos números que había contactado Pablo. Fue probando suerte con cada uno hasta que atendió una mujer que dijo llamarse "Claudia". Cuando Fernando le explicó quien era, ella cortó la llamada y apagó el aparato para siempre. Pero fue demasiado tarde: en poco tiempo se supo que esa línea estaba a nombre de Jorge Luis Borges.
De todas formas, la Justicia estaba aguardando un informe oficial sobre estas comunicaciones. "Las pericias determinaron que el único llamado salió desde el celular de la víctima y fue realizado ese día. Eso implicaría que no existía una relación previa entre ellos", aseguró una fuente cercana a la causa. De todas formas, los expertos aún deben terminar de analizar las computadoras de Aiziczon y de Borges. "Los registros pueden revelar si chatearon o si se enviaron correos electrónicos", dijo la fuente.
Inspección en el auto
Ayer se realizaron más medidas judiciales en busca de evidencias. Por orden del fiscal Albaca, personal de la División Homicidios, a cargo de los comisarios Miguel Gómez y Hugo Cabeza, y de la Dirección Criminalística, al mando del comisario Hugo Galván, inspeccionó nuevamente el Suzuki Swift de Aiziczon. "Fue una ampliación de la primera medida. No sólo se están buscando restos biológicos, que luego serán examinados genéticamente, sino también rastros que puedan dar indicios sobre la participación o no de los sospechosos en el hecho", indicó una fuente cercana a la causa.
Por otra parte, Raúl Paz, abogado de los imputados, repitió que ellos declararán muy pronto. "Hoy (por ayer) me entrevisté con Linda Martínez y ella también quiere dar su versión", dijo. Por otra parte, aclaró que los familiares de Borges aún no fueron notificados sobre ninguna citación judicial. "Se están diciendo muchas cosas; la palabra de mis clientes desvirtuará todos esos rumores", afirmó Paz.